La energía puede manifestarse de diferentes maneras: en forma de movimiento (cinética), de calor (térmica o calórica), de luz (lumínica), etc.

Vamos a ver las más importantes:

Energía mecánica: Es la producida por fuerzas de tipo mecánico, como puede ser la gravedad, la elasticidad, etc. La poseen los cuerpos por el hecho de moverse.

Energía térmica o calórica: Se debe al movimiento de las partículas que forman la materia. Los cuerpos que acumulan una mayor cantidad de energía térmica tienen una temperatura mayor. La transmisión de energía térmica de un cuerpo a otro debido a una diferencia de temperatura se denomina calor. Pongamos un ejemplo: ponemos una olla con agua fría sobre el fuego; el fuego produce calor, que se transfiere al agua: la transferencia de la energía del fuego al agua produce el aumento de la temperatura de esta última.

Energía eléctrica: Es causada por el movimiento de las cargas eléctricas en el interior de los materiales conductores. Este tipo de energía puede transformarse en muchas otras formas, como la energía lumínica (cuando encendemos una bombilla), o la térmica (como la resistencia de un horno).

Energía química: Es el potencial de una sustancia química para sufrir una transformación a través de una reacción química para transformar otras sustancias químicas. Por ejemplo: el motor de un coche funciona porque obtiene la energía de la combustión de la gasolina; la gasolina mezclada con el oxígeno, en contacto con una chispa eléctrica (u otra fuente de calor) produce una reacción química que genera calor, que a su vez mueve el motor.

Energía lumínica: Es la vinculada a la luz perceptible y a los objetos que la producen.